febrero 22, 2009

Capítulo 1 (nueva era): próxima parada... Shanghai

la presión es muy fuerte. Hay tantas expectativas con mis nuevos episodios que realmente me ha costado ponerme delante del teclado de mi nuevo y flamante apple MacBook (publicidad gratuita) y relatar mis andanzas por el extremo oriente. Pero esta vez no se trata de un simple viaje de 1 o 2 meses... esta vez ya me he venido para bastante tiempo (espero!) y ahora sí que ya toca actualizar el blog, e ir explicando cómo me va la vida, esta nueva vida. Amos p'allá.

Capítulo 1 (nueva era): próxima parada... Shanghai.

por dónde empezar... Bueno, supongo que lo suyo sería empezar por la llegada. O mejor, por mi marcha. Miércoles 18 de Febrero, mi viejen y yo en el coche camino del aeropuerto. Pese a que el sentimiento de alegría debería haber barrido cualquier atisbo de tristeza, lo cierto es que no podía dejar de sentir una cierta nostalgia ("mu" grande) por dejar todo lo que se quedaba tras de mí. Familia, amigos, mi ciudad, mi pisito... Y muchas cosas que me perderé, como celebrar los cumples de todos, las comidas familiares en las que mis abuelos me intentan cebar cual gorrinillo, el ver a mis primitos hacerse grandotes, o el nacimiento de Biel (chicos, nos hacemos mayores, y Joel y Mireia se nos adelantan en todo!). Claro que en esos momentos no debe uno permitir que esa carga emocional eclipse la ilusión y alegría que se merece el poder decir que se está en camino de conseguir algo que se deseaba con vehemencia.
Y hablando de estar en camino, el camino fue gris. Gris porque se mezclan sentimientos, porque tampoco puedes celebrar una despedida. Las marchas, aunque anheladas, no se celebran, porque siempre dejas tras de ti cosas, personas queridas. Mi madre me despidió no con una enorme alegría, lo cual es lógico, y quien en esos momentos estaba a mi lado conduciéndome al final de una etapa de 30 años, y el inicio de otra de duración desconocida, mi padre, tampoco podríamos calificarle como alguien radiante de felicidad. Supongo que cierta felicidad sentiría, claro. Uno quiere lo mejor para sus hijos, pero que se te vayan tan lejos... aunque sea a sabiendas de que es algo temporal y que él realmente lo desea, es normal que a uno no le haga feliz.
Un trayecto de una hora, en el que la radio ayudó a sellar un pacto tácito de no decir ni hacer nada que nos recordara hacia dónde nos dirigíamos, a un adiós, hasta que llegara el momento definitivo. A no tener una conversación forzada que pudiera decantar en un momento de tristeza adelantado. Y así fue. Un trayecto gris, que los dos aceptamos que fuera así, por el bien de ambos. Por suerte, siempre llegan ayudas externas, y el pobre Josep, en una llamada gafada, quedó delatado por un megáfono traicionero. El anuncio de un vuelo puede hacer felices a todos aquellos que esperaban con ansia poder embarcar, y a la vez ponía al traste una sorpresa que Pepi llevaría tiempo planeando. La felicidad de unos... en fin, "nos vemos ahora en el aeropuerto".

Un adiós breve para evitar tener un amargo recuerdo de un día que ponía un punto y aparte en mi vida. Supongo que con algunas personas las palabras son innecesarias, así que un sentido y fuerte abrazo, dos besazos y un "cuídate mucho. Te quiero", intentando hacer un último esfuerzo para tragar las lagrimitas, fue más que suficiente para desearnos lo mejor mutuamente. Tres meses, y nos vemos en Shanghai.

Un vuelo cortito y amenizado con 3 películas, una corta cabezadita, y algo de música (Rubén, tus auriculares son el mejor regalo en años!!!! qué maravilla!!!), me llevaron a Shanghai más rápido de lo que cabía esperar.

Los trámites burocráticos para pasar aduanas, resultaron ágiles, y me vi liberado en China en menos tiempo de lo imaginado. Suelto ya en tierras Chinas, empezaba, ahora sí, mi misión: buscar piso.

Shanghai, ciudad gris en invierno, y por lo que me han dicho, no muy azul tampoco en verano, me dio una gélida y húmeda bienvenida. Ni por esas permití que mi euforia se desvaneciera. Apreciando todo lo que podía captar por los ojos, por los oídos, por el olfato (China huele a China, inconfundible, ¿verdad Alberto?) disfruté del viaje camino al hotel.

Shanghai no es China. Es algo que había oído en infinidad de ocasiones, y que pude comprobar a los pocos minutos de estar ahí. Shanghai es espectacular. Mantiene las grandes peculiaridades que hacen a China, ser China: la gente escupe, cruzar una calle es un suicidio... Pero Shanghai no es China.

Lo primero es lo primero (no... no busqué un nuevo Xoxito's Palace). Me saqué la tarjeta multi-viaje (estos chinos sí que lo montan bien, pues con la misma tarjeta pagas bus, metro -ojito que el metro vale entre 30 y 40 céntimos de euro el trayecto- ferry, taxi... TODO!, está súper bien montado), y también fui a comprar un teléfono. Esto no tendrá mucho interés para casi nadie, pero es una forma de colar que mi teléfono en España ya ha quedado muerto. Que nadie llame ni me deje mensajes de voz, ni sms, porque no pienso abrirlos, ni aceptar llamadas. No es una amenaza, simplemente, que teniendo Skype, messenger, facebook... ya me tenéis más que localizado.

Y bueno, vamos a lo que vamos: la búsqueda y captura de piso. El primer día, sin haber dormido en más de 36 horas (excepto un par de cabezaditas en el avión) me pasaron a recoger una chica y un chico de una agencia para ir a ver pisos. 21 pisos miramos desde las 13:30 hasta las 19:00. ¡¡¡21 pisos!!!! Lo que más pena me dio fue no poder hacer fotos. ¡Por favor! De los 21 pisos, solo los dos últimos eran aceptables (el penúltimo es una preciosidad). Pero vi de todo. Desde pisos con muebles directamente robados del palacio de Versalles, a otros con fundas de ganchillo por todos lados (del marco de la puerta de entrada al dormitorio principal colgaban dos "cortinitas" de ganchillo, con unos perritos dibujados, el uno mirando al otro que creía que eran de broma). Otros estaban simplemente asquerosos (eso sí, quítate los zapatos para entrar, no sea que se ensucie el suelo), y otros no hacía falta ni entrar para decir "no. Vamos a otro".

Por suerte al final del día los dos últimos que vimos valieron la pena. La chica de la agencia se quedó por fin feliz de ver que al menos, en dos, había acertado. El problema es que los dueños de los pisos en muchos casos no mandan fotos, y no permiten a las agencias ir a ver los pisos si no es con un cliente, así que la pobre muchacha iba vendida, y muchos de los pisos no los había podido ver antes, por eso visitamos algunos que nos podríamos haber ahorrado de haberlo sabido.

Resumiendo... en Shanghai (en adelante: SH) los tipos de vivienda más comunes son: casas antiguas restauradas, o apartamentos modernos. Éstos últimos pueden llegar a ser realmente enormes (hasta 160 metros cuadrados). Las casa antiguas por dentro están bien, algunas muy bien, otras pasables, pero la mayoría huelen a humedad, y están en escaleras o complejos realmente desagradables. En algunos tienes que cruzar por la cocina de alguien que no vive ahí, pero tiene ahí la cocina... algo muy raro. Al final me he decantado por un apartamento moderno. Aunque no creo que tanto como el que visité ayer, en un complejo llamado "Park View Garden", un piso con un comedor enorme, con barra de bar en metacrilato negro, con luces de neón rosas y verdes, con sus taburetes, coctelera, copas de bar... y la zona de comedor era una mesa redonda enorme, con sillas mega fashion, luces en el techo que cambiaban de color (fucsia, rojo, verde, azul, amarillo...), un lavabo indefinible, unas puertas metálicas con vidrieras multicolor... Desde la puerta ya pude ver que ni de coña me iba a quedar ese piso, pero podréis comprender que no me pude resistir a ver el resto del apartamento y ver hasta qué punto habían llegado en su firme compromiso por decorar en un estilo kitsch de lo más radical. Triunfaron. ¿De verdad pretenden alquilar eso?

Ahora estoy a la espera de ver si podemos rebajar el precio del piso que más me gusta, y si no, tengo otro en la recámara, un plan B. A ver qué pasa al final. Supongo que mañana lo sabré.

Y aunque casi todo el rato lo he ocupado en el tema de la vivienda, también ha habido tiempo para visitar la ciudad. O más que la ciudad, el barrio donde quiero irme a vivir, Xuhui. Lógicamente una ciudad de 19 millones de habitantes no se visita en un fin de semana. Xuhui es muy bonito. Más que bonito, espectacular. Es como una mezcla de New York + Las Vegas. Todo son luces, pantallas, centros comerciales enormes... No paras de ver centros comerciales, y me metí en uno. Tienes tiendas de lo que quieras. Las tiendas oficiales tipo GANT, CK, etc, son tan caras como en Europa. Pero claro, también encuentras tiendas que, por lo menos a mí, me resultaron nuevas, como "XOXO" (lo juro), con sus colecciones de juguetes "Monchhichi", que debe venir del francés "mi chhuminillo", con el pack especial "Monchhichi Gullivert edition", que es el famoso juguete Monchhichi, con mini figuritas, que deben ser los "minichhichis". Pero tampoco se quedan atrás las tiendas "Liv Tyler" o "ROBERTDENIRO" que vi en el barrio Francés . ¿Os imagináis ser Liv Tyler, venir un día a SH y encontrarte que tienes tiendas de ropa con tu nombre? Por cierto, que el barrio francés (o concesión francesa, como lo llaman aquí) es realmente precioso. Visité un piso ahí que estaba en un edificio que daba cosa de ver, pero que cuando entré para visitarlo, solo abrir la puerta se me cayeron los hueviquis al suelo. Increíble, impensable que ahí dentro se pudiera esconder semejante tesoro de pisito; bien decorado, con una cocina de revista, y un baño precioso. Una monada, con el único inconveniente de la zona donde estaba situado, por temas de transporte, etc. Una pena.

Ahora estoy con dos agencias, y hasta los de Adecco que me están ayudando con el tema del piso. Resulta que el viernes fui a firmar el contrato en Adecco, y comentando el tema de encontrar piso, me dijeron que me ayudarían. Acostumbrado uno a que la gente se ofrezca de forma "insincera" a ayudarle a uno ("oye, que si necesitas ayuda, me llamas, pero si te puede ayudar cualquier otro, mejor") tampoco di mucha importancia a su ofrecimiento. Pero aquí hay gente buena de verdad, y ayer recibí una llamada de la chica que me ha gestionado todo en Adecco, diciéndome que me pasaba a recoger para ir a ver pisos. Sin palabras. En una mañana se las arregló para visitar 5 apartamentos, entre ellos, el de mega diseño que os he comentado antes, el de Park View Garden.

Y poco más. Que mi cuerpo aún no se ha acostumbrado del todo a este horario, y me levanto por las noches y me quedo desvelado un par de horas, y que solo he comido un día comida china, y... nene, que no me gusta! Por suerte hay todo tipo de restaurantes aquí... como en Xinglin, vamos... hehehe.

He tardado, pero no podréis decir que he sido tacaño en palabras en mi retorno.

Un beso a tod@s, y si has llegado hasta aquí, MUCHAS GRACIAS!

Pronto cuelgo fotos, lo prometo.

Besacos!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

bien, Raul, ya estás ;) ahora seria bonito ver algunas fotos...
y recuerda, puedes darles un aspecto muy original http://manuelbarzi.com/pola ;)
un abrazo

Anónimo dijo...

HOla Raulete, me alegra mucho saber que ya estas en tu salsa, adaptandote y organizando tu nueva vida...
NO te preocupes que te mantendremos informado del nacimiento del Biel, el papi, ya está organizando la filmación del momento...aunque todavía tenemos que discutirlo, pero alguna fotito seguro que te enviamos, cuando vengas a España, todavía no tendrá ni un mes, a ver si te da tiempo y lo conoces.
Seguimos en contacto, un besote, cuidate mucho.
Mireia

Anónimo dijo...

Hola Raul, soy Oscar.

Tan solo comentarte que he leído el blog y me he alegrado "ver" que estás bien.

Bueno, desearte lo mejor y espero verte cuando vuelvas a España.

Natalia te manda muchos besos y mis niñas tan lindas como siempre. Queda pendiente que conozcas a la pequeña, si tegustó la mayor ya verás ...

Un fuerte abrazo y cuídate.

family LoLo dijo...

por fin he encontrado tus paginas, me costo un poquito ..... pero ahora estoy aqui.

vaya, como pasa el tiempo ..... espero que todavia estas bien !!!!

aqui en vilanova tambien todo muy bien.

cuando encuentras el momento .... cuentame un poquito de tu nueva etapa.

un abrazo
marga